POLPAK

Polpak - ¡han pasado 30 años y nosotros ganamos velocidad!

Es imposible entender nuestro éxito sin considerar el marco histórico… Cuando el plástico empezaba a reinar en Europa, nosotros estábamos construyendo el Palacio de la Cultura – eran los años 50. Cuando los consumidores europeos occidentales bebían Coca-Cola sin cocaína, nosotros bebíamos agua de sifón – eran los años 60. Cuando nuestros vecinos del otro lado del Oder estaban derribando el muro, nosotros inventamos Polpak.

Los años 90 en nuestro país fueron una época de cambios difíciles, pero también una oportunidad para los emprendedores. La economía nacional se estaba privatizando. Era un momento perfecto para los visionarios o para los que conocían la realidad de los países occidentales, o para ambos, como era el caso de nuestra empresa. El Occidente se estaba desarrollando de forma constante durante la paz de la posguerra, mientras que nosotros apenas iniciamos a avanzar en los años 90 para poder alcanzar este progreso.

En el mundo occidental, desde los años 60, un nuevo tipo de envase iba conquistando cada vez más industrias. Stand up pouch, es decir las bolsas de pie, conocidas como doypacks, se convirtieron en la solución ideal para las industrias de alimentos, detergentes y otras similares. Su peso ligero, la estabilidad y la posibilidad de envasar en ellas productos de diferentes parámetros hicieron que este tipo de empaque robara el corazón de los consumidores. Los polacos también querían soluciones occidentales. Los aperitivos salados, frutos secos, alimentos en escabeche, pero también la pasta, el arroz y otros productos a granel, reducidos de los envases pesados, se hicieron fáciles de almacenar y ligeros de transportar.

Con el tiempo, cada vez más industrias empezaron a descubrir las ventajas de envasar sus productos en doypacks, tales como los cosméticos, detergentes, alimentos para animales, e incluso el tabaco. Cuantos más productos envasados de este modo se vendía, más rápido crecía la demanda de las máquinas de envasado de este tipo.

Y en este momento aparecemos nosotros respondiendo a la necesidad creada por el mercado...

Por un lado los fundadores de Polpak entendieron el pensamiento occidental y las preferencias del cliente europeo y los combinaron con la visión de futuro en la que el consumidor polaco estaría exactamente en el mismo lugar y con las mismas necesidades. Por otro lado, demostraron mucho espíritu empresarial, conocimiento técnico y entusiasmo para crear soluciones dedicadas a los productores polacos que quisieran utilizar las normas de envasado occidentales.

Los comienzos no fueron fáciles, las visiones tuvieron que enfrentarse a las dificultades de acceso a la tecnología y al suministro de materiales para la producción. Hoy en día, las líneas de envasado de Polpak están llenas de soluciones de última generación de gigantes como Mitsubishi, Sick, Festo, Siemens, SKF, Alfa Laval, Nord, Osram o Bosch Rexroth. En los primeros prototipos de máquinas de los años noventa se podían encontrar elementos de una lavadora Frania, de un automóvil Fiat 126p u otros componentes extraídos de diferentes electrodomésticos. Las esposas de nuestros fundadores estaban muy contentas, sobre todo cuando no podían encontrar su rizador favorito o el cable de una Remoska, ya que todo desaparecía en el taller. En aquel entonces no podían saber que de esta manera se estaban poniendo los cimientos de algo realmente grande.

El trigésimo aniversario, que estamos celebrando ahora, ha sido una época de grandes éxitos y de reunir las experiencias. Muchos años de trabajo de nuestros ingenieros nos han permitido convertirnos en uno de los líderes de nuestro segmento. Nuestras máquinas están trabajando dinámicamente en las fábricas de empresas como: Philip Morris, Henkel, Sante o Nestlé. La experiencia nos ha enseñado que los alimentos en escabeche requieren materiales diferentes a los de los productos con pH alcalino o neutro, y que por ejemplo las sustancias en polvo son problemáticas, no sólo en el almacenamiento, por su capacidad de autoinflamarse, sino que durante el envasado requieren una gran precisión y un sellado extremadamente eficiente de toda la máquina. A lo largo de los años, hemos mejorado nuestras máquinas para que los clientes puedan hacer realidad sus sueños.

La locura de la Eurocopa 2012 en Polonia tuvo influencia en todos los sectores. ¡También en el nuestro! Nos enfrentamos al reto de construir una máquina de envasado en forma de mini camisetas de fútbol. Hoy sabemos que no fue de gran ayuda para nuestro equipo nacional, pero sí pudimos alegrar el día de al menos un solo aficionado, gracias a los aperitivos envueltos en nuestra “camiseta”, ¡con esto sí que ganamos la Eurocopa!

Los sueños de nuestros contratistas son un capítulo aparte.

Son sus ideas las que a menudo nos hacen trabajar en soluciones inusuales. ¿El tapón del doypack debe estar de lado o en el centro? ¿Mejor un euroagujero para colgar en el expositor de venta o tal vez un asa recortada para que el consumidor pueda sujetar una bolsa con leche o con jabón líquido? ¿Etiquetas adhesivas o información impresa en la lámina? ¿Fechador con el grabado láser o con sello en relieve?

Apreciamos a todos nuestros clientes, pero sobre todo a los que nos desafían. Recordamos bien a los que por primera vez ordenaron una lámpara ultravioleta para matar los gérmenes y a los que querían nuestra máquina pero no tenían espacio para colocarla y tuvimos que construir una nueva en forma de la letra L. También fue interesante desarrollar una máquina que primero tenía que envasar los productos a granel y luego los líquidos.

Cada pedido nos da la alegría de crear algo nuevo, cada recuerdo de estos treinta años de duro trabajo nos llena de orgullo y satisfacción.
¿Ha sido difícil? ¡Sí!
¿Ha merecido la pena?

Sigue mereciendo la pena.